La ermita de Cabañas, el monumento más valioso de La Almunia de Doña Godina, muestra el aspecto más cercano a su esplendor original con el fin de la cuarta y última fase de la restauración emprendida por el Ayuntamiento. Los trabajos se han centrado en la consolidación y limpieza de las pinturas góticas, del siglo XIII, de la capilla de san Nicolás, con motivos fúnebres y religiosos, que el teniente de alcalde y concejal de Hacienda, Patrimonio y Obras y Servicios de La Almunia, Juan José Moreno ha destacado “ahora sorprenden por los colores tan vivos que ofrecen tras la restauración”.
La ermita de Cabañas, a 1,5 km del actual núcleo urbano, era la iglesia del poblado medieval que luego dio origen a La Almunia. Se trata de un edificio de los siglos XII-XII, que une en su interior muestras de los tres estilos artísticos de la época: a las pinturas góticas, suma una pila bautismal románica, y, como elemento más destacado, un alfarje o techumbre mudéjar de madera decorada, incluido en la lista de obras Patrimonio de la Humanidad. También fue declarada Monumento Nacional en 1978 y Bien de Interés Cultural en 2002.
Tras tres fases previas en el alfarje, las pinturas del ábside y la pila, en este nuevo paso se ha actuado en la nave de la iglesia. El Ayuntamiento adjudicó los trabajos a la empresa Alfagia Conservación de Bienes Culturales, por 37.000 euros. Además de asegurar los paramentos y devolver su brillo a las imágenes conservadas, se han podido conocer y recuperar distintos detalles de la estructura original del templo; la propia empresa ha documentado los principales detalles de las labores en un blog que ha ido publicando en su web.
El Ayuntamiento celebrará próximamente unas jornadas para que vecinos y visitantes puedan ver los resultados tras esta última intervención, con la que ya ha concluido la restauración del templo, pero que Juan José Moreno ha señalado que no es el final definitivo, ya que están en marcha otros proyectos “en un lugar fundamental para conocer nuestra historia”, como la musealización del interior y la excavación arqueológica de su entorno.
LA VIDA Y CREENCIAS DEL SIGLO XIII
La última parte en la que se ha trabajado era originalmente un porche cubierto que después se integró en la iglesia como una capilla dedicada a san Nicolás de Bari y con arcosolios –sepulcros abiertos en la pared bajo arcos– para las familias nobles. Las pinturas de la pared y la bóveda, aunque en parte ya desaparecidas por la humedad, son su elemento más característico, con escenas de la vida de san Nicolás, santa Bárbara y santa Catalina, la pasión de Cristo e imágenes funerarias.
La limpieza ha realzado imágenes que acercan a la vida y creencias del siglo XIII, con estampas como una representación de un alma ascendiendo a los cielos como una niña, una torre militar que cuenta como san Nicolás liberó a tres soldados presos que invocaron su protección, o un llamativo montón de miembros seccionados para ilustrar otro milagro del santo, que resucitó a los niños que un tabernero había descuartizado y guisado.
Los trabajos han servido también para conocer mejor la historia y aspecto original de la ermita, que en 1960 sufrió una desafortunada intervención que alteró su estructura. Así, se han encontrado grafittis, una hornacina en el muro, una columna que se supone parte de un capitel de la portada, o la base de un altar. Todos estos elementos se han expuesto o marcado y se completan con detalles como el entonado de las paredes “para que el conjunto luzca ya con todo su esplendor”, ha señalado Juan José Moreno.
“UN CONTENIDO MUY POTENTE”
El teniente de alcalde de La Almunia ha explicado que para cerrar la restauración de la ermita “solo falta lucir una parte de la bóveda y quedaría acabado completamente”, pero que el equipo de gobierno plantea ya para el próximo año un plan complementario para adecuar el interior para su visita “con un contenido muy potente para divulgar nuestra historia y patrimonio”.
Este proyecto contempla un sistema de videomapping para explicar la decoración pictórica y su posible aspecto original y la creación de un museo que explique la relación de la ermita con la figura de doña Godina y el nacimiento del pueblo o con el dance de Cabañas, otro de los signos de identidad ancestrales de La Almunia.
En paralelo a las actuaciones en el interior de la ermita, también ha comenzado una nueva campaña de excavaciones arqueológicas en el entorno, que contemplan datar los restos hallados durante los últimos años, como una necrópolis, y la restauración de una nevera de comienzos del siglo XVII, “desde la que sale una senda que ofrece una vista impresionante del entorno”.
Juan José Moreno ha recordado que las excavaciones ya realizadas ya han permitido datar los primeros asentamientos humanos en el lugar hace dos mil años y ha asegurado que «la zona que puede dar muchas sorpresas», ya que se trata del lugar donde se hallaba la importante ciudad celtíbera de Nertóbriga.
CUATRO ACTUACIONES DE RESTAURACIÓN EN CUATRO AÑOS
La restauración y puesta en valor del rico patrimonio de la ermita de Cabañas ha sido una de las prioridades del Ayuntamiento de La Almunia de Doña Godina durante esta legislatura, con tres actuaciones previas a la actual .
La primera fase, finalizada en septiembre de 2019, aseguró la conservación del alfarje mudéjar, el elemento más valioso, tanto porque al ser la madera un material delicado son pocos los ejemplos que se conservan, como por sus singulares representaciones, con escudos de los pobladores del lugar y figuras de animales. Se consolidó la estructura y se repusieron fragmentos deteriorados por el tiempo y los insectos se destinaron 32.000 euros, subvencionados al 70% por la Diputación Provincial de Zaragoza.
La segunda actuación, en 2021, permitió la limpieza, recuperación y consolidación de los murales del ábside, la cabecera del templo tras el altar mayor. Estas pinturas, también originales del siglo XIII, muestran en la parte superior de la bóveda el típico motivo de las iglesias románicas de Cristo entronizado, dentro de una mandorla (marco en forma de almendra) y rodeado por el tetramorfos, las figuras símbolo de los cuatro evangelios. En una banda inferior aparece una Virgen María suplicante, flaqueada a los dos lados por los doce apóstoles y la parte inferior del muro se decora con las barras de Aragón. En estos trabajos se invirtieron 18.500 euros, el 60% aportados por la DPZ.
La tercera, también en 2021, se restauró la pila bautismal románica, con 6.000 euros aportados íntegramente por el Ayuntamiento; una monumental pieza donde se bautizaba a los niños por inmersión, labrada en forma de gran cáliz y decorada con arquillos ciegos.
Entre noviembre de 2022 y el pasado marzo, se ha desarrollado esta cuarta en las pinturas de la capilla de San Nicolás y los arcosolios, en la que el Ayuntamiento ha invertido otros 37.000 euros.