Este mes de marzo ha comenzado una nueva campaña de excavaciones arqueológicas en el entorno de Cabañas, en La Almunia de Doña Godina, el lugar que se relaciona con el origen en la Edad Media de la localidad zaragozana. Además, se están datando los restos hallados durante los últimos 3 años, incluida una necrópolis, y se va a restaurar una nevera de comienzos del siglo XVII. Las investigaciones han confirmado que los primeros asentamientos humanos se produjeron en la época romana, hace 2.000 años, muy anteriores a lo que hasta ahora se creía.
Tal y como apunta el concejal de Cultura y Participación Ciudadana, José Manuel Latorre, “el entorno de Cabañas nos está sorprendiendo gratamente. En los documentos que teníamos de campañas anteriores, había poca literatura con estudios e investigaciones que contenían errores e hipótesis que actualmente estamos confirmando, pues en un sentido totalmente diferente a lo que se pensaba”, apunta.
En esta ocasión, además de datar y establecer la cronología romana y bajomedieval de los hallazgos, durante la presente campaña se va a realizar el vaciado y restauración de la nevera, y el seguimiento arqueológico de la intervención; se vaciará el foso encontrado para valorar su potencial y su cronología, se definirá la cercana necrópolis y se realizarán catas arqueológicas en el yacimiento.
Los trabajos financiados por el Ayuntamiento de La Almunia se desarrollan en el entorno de Cabañas, fuera del perímetro de protección de la ermita y cuentan con la autorización de la Comisión de Patrimonio del Gobierno de Aragón. Son continuación de los que se vienen realizando desde hace ya tres años, promovidos también por el Consistorio.
Las primeras impresiones de los arqueólogos son que el yacimiento ha tenido una ocupación compleja. Además de la pervivencia del culto, en la ermita de Cabañas, llegó a alcanzar el periodo bajomedieval y probablemente la Edad Moderna, cuando ya tenía una fuerte dependencia del núcleo actual de La Almunia y tras haber reaprovechado las construcciones previas. Ahora estos resultados se plasmarán en el inventario de protección del Plan General de Ordenación Urbana de La Almunia.
MERCADO DE NIEVE DESDE EL SIGLO XVII
En 2020 se realizó una primera fase de excavación en el antiguo pozo de nieve denominado “nevera de Cabañas”, para valorar su estado de conservación, que resultó ser bastante bueno. “Era un lugar en el que tradicionalmente muchos vecinos, sobre todo la gente más mayor, recordaba que había una nevera, pero cada vez eran menos personas las que recordaban cómo era o que profundidad tenía”, apunta Latorre.
Los trabajos arqueológicos han sacado a la luz el acceso y las dimensiones, así como su técnica constructiva, con piedra de Calatorao, aprovechando la proximidad de la cantera de este material en la vecina localidad de la comarca de Valdejalón. En la actualidad se encuentra cegada.
Asimismo, se realizó una investigación documental en el AMLA (Archivo Municipal de La Almunia) y en el APNLA (Archivo de Protocolos Notariales de La Almunia) que reveló que el servicio de suministro de nieve de La Almunia de Doña Godina está documentado desde 1656.
Gracias a la labor de Francisco Zaragoza, archivero municipal, se ha podido concluir quela nevera de La Almunia pertenecía a los propios vecinos de la villa. Cuando no había nieve cercana, cosa frecuente dada la altitud del lugar, era adquirida en la Sierra Vicor, preferentemente en las neveras de Inogés y de Viver de la Sierra, y depositada en el pozo para regular su venta. El servicio de suministro era adjudicado cada año y el precio de la nieve dependía de su abundancia en la época de almacenamiento. El incumplimiento de las condiciones de suministro era sancionado económicamente.
Al año siguiente, en 2021, se realizaron trabajos en diversos puntos del yacimiento, y se documentaron fases de ocupación medieval, la presencia de una necrópolis todavía sin datar, que enlazaría con los restos de la localizada cuando se realizaron obras de la carretera. También se comprobó la existencia de más estructuras de carácter hidráulico, además de las cubetas ya conocidas, que se consolidaron y protegieron.
Son unos trabajos que, en el futuro, podrían tener una proyección turística tal y como señala el concejal de Cultura y Participación Ciudadana: “Es un espacio que nos gustaría convertir en una especie de ‘mapa o línea del tiempo’, porque nos permitiría hacer un recorrido desde casi los primeros pobladores del entorno”, apunta.
TRABAJOS QUE SE LLEVARÁN A CABO EN 2023
+ Vaciado, con control arqueológico de la nevera, para su posterior restauración.
+ Catas arqueológicas de tipo manual, en la parte más elevada del yacimiento, que están proporcionado evidencias de cronología romana y medieval.
+ Se definirá cronológicamente la necrópolis, que debió ser muy extensa y queda alejada de la ermita, que fue la antigua parroquial.
+ Se comenzará a vaciar el foso, empezando con la retirada de basuras y escombros y con la realización de catas manuales, para tener una idea clara de las dimensiones del mismo.